Wisława Szymborska, la poeta polaca del Nobel

Por Margarita Schultz

 

La escritora polaca Maria Wisława Szymborska nació en 1923 en Kórnik -antes Prowent- y falleció en 2012 en Cracovia. Fue poeta, ensayista y traductora.

Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1996. Fundó la Asociación de Escritores Polacos, y fue miembro del Pen Club (Poetas,  Ensayistas, Novelistas), entre otras distinciones.

 

El alma profunda de un poeta asoma a veces en pocas líneas de alguno de sus poemas. Por eso quiero comenzar esta remembranza de Maria W. Szymborska con algunas frases de su texto ”La alegría de escribir”.

 

¿Hacia dónde corre por el bosque escrito el corzo escrito?

¿A saciar su sed a orillas del agua escrita…?

Y más adelante:

Una gota de tinta contiene una sólida reserva

de cazadores,

apuntando con un ojo ya cerrado,

y todavía:

Olvidan que esto, lo de aquí, no es la vida.

Aquí, negro sobre blanco, rigen otras leyes.

Un abrir y cerrar de ojos durará cuanto yo quiera,

 

¿Cómo logra Szymborska salvar el contraste con la realidad y a la vez conservar la coincidencia con ella? El contraste está instalado entre lo que la poeta refiere (la realidad de un bosque, un ‘corzo’, un río) y la herramienta de referencia, la escritura. El contraste destaca las diferencias y a la vez muestra la concordancia.

¿Qué clase de bosque es ese? ¿El real –situado en algún lugar-, el escrito –impreso en alguna página-? Ella nos conduce bellamente en un vaivén que va de la realidad al arte y del arte a la realidad.

Szymborska participa de la libertad del caminante que no tiene meta para llegar, ni ruta establecida, pero sabe bien lo que siente en cada momento de su caminata, de esa libertad ambulatoria nacen sus poemas.

La dificultad de hablar de poesía revela la complejidad y el misterio que la poesía contiene. Dijo Szymborska en su discurso para la recepción del Nobel: escribir poesía es atreverse a la soledad y al silencio, que no otra cosa es la hoja en blanco, Porque es esto lo que en verdad cuenta”.

Es un leitmotiv de su pensamiento: “La inspiración, sea lo que sea, nace de un constante "no sé".” A partir del entusiasmo por esas dos pequeñas palabras surge la creatividad, la inventiva, el inconformismo fecundo. Tanto es así que asocia ese ‘no sé’ con su gran admiración por otra polaca notable; se trata de Maria Skłodowska (esposa de Pierre Curie), científica que obtuvo dos Premio Nobel.

Por cierto… Maria Skłodowska pudo no haber vivido esas palabras: ‘no sé’…

“Pero ella se dijo "no sé", y fueron exactamente estas dos palabras las que la condujeron, y no una sino dos veces, a Estocolmo, donde se galardona con el Premio Nobel a las personas de espíritu inquieto en constante búsqueda. “

 

Ese mundo amplio y complejo de Maria Wisława Szymborska puede ser intuido desde las ideas que encontramos en sus textos, donde la complejidad desborda. Me permito citar completo uno de los poemas que estimo como más conmovedor y ‘filosófico’ de Maria Wisława Szymborska.

Nada ocurre dos veces

Nada ocurre dos veces
y nunca ocurrirá.
Nacimos sin experiencia,
moriremos sin rutina.

Aunque fuéramos los alumnos
más torpes en la escuela del mundo,
nunca más repasaremos
ningún verano o invierno.

Ningún día se repite,
no hay dos noches iguales,
dos besos que dieran lo mismo,
dos miradas en los mismos ojos.

Ayer alguien pronunciaba
tu nombre en mi presencia,
como si de repente cayera
una rosa por la ventana abierta.

Hoy, cuando estamos juntos,
vuelvo la cara hacia el muro.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Es flor? ¿O tal vez piedra?

¿Y por qué tú, mala hora,
te enredas en un miedo inútil
Eres, pues estás pasando,
pasarás —es bello esto.

Sonrientes, abrazados,
intentemos encontrarnos,
aunque seamos distintos
como dos gotas de agua.

“Nada ocurre dos veces”, vale decir: cada cosa, cada situación, cada experiencia, cada persona, cada ‘mirada’ son singulares en sí mismas. Si las cosas fueren así, ello nos deja en una extraña y profunda soledad. Porque si alguien pronuncia un nombre amado, lo que sucede es “como si de repente cayera una rosa por la ventana abierta.”… una rosa que podría ser “¿tal vez una piedra?”

Y nos acercamos así al ‘milagro’… el milagro del decir poético, más certero que la situación. ¿Alguien pronuncia un nombre amado? Sí, pero la rosa solo cae cuando el poeta quiere describir el momento…

Estimados lectores, es deseable y gratificante avanzar en la búsqueda de esas intimidades contenidas en los poemas de Maria W. Szymborska. Eso es algo que cada quien tiene que querer realizar. Ojalá esta nota fuera motivadora en ese sentido.

 

Homenaje a Maria Wisława Szymborska

Margarita Schultz

 

esa poesía suya

con voz en minúsculas

con una mirada amorosa y lenta

sobre las cosas

alcanza

el alma de las cosas

 

esa poesía suya

es una mirada respetuosa

que no se impone

más bien escucha

el susurro cotidiano

 

por eso conoce

llega

viaja

descubre

 

es poesía que se acerca

sin vallas ni marcas

sin distancias

y nos da el rostro tímido

de la verdadera realidad

 

Abril 2025

 

 




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